Bufanda Sublimada "M"

Mi caso: Tejedora amateur sublimadora cuyo prícipe azul está... ¡casado!

Tenía todos los ingredientes necesarios para lanzarme a la tarea de sublimar: estaba enamorada de un hombre casado, y nada indicaba que fuera a cambiar su estado civil en el corto plazo, tenía un ataque de bronca porque el "Sr M" había osado dejarme plantada el único día de la semana que podíamos vernos (osea el jueves, "día de trampa") y un largo y solitario fin de semana por delante. Sólo me faltaba decidir qué tejer y comprar la lana.
Me puse a hojear revistas de tejido a ver si encontraba algo sencillo de hacer..." dos agujas mejor no, me contracturo mucho y son difíciles de trasladar. Mejor crochet que puedo tejer en cualquier lado..." pensé. Definido el método era hora de definir el modelo. Terminé optando por una bufanda; nunca había tejido un sweater y tenía miedo que me quedara demasiado grande o demasiado chico, no hacer bien las disminuciones de las sisas, o que las mangas quedaran desiguales y bla,bla,bla...en fín, fueron tantos los miedos que me asaltaron que preferí ir a lo seguro: una bufanda. Encontré lo que quería en una revista Para Ti Crochet...una bufanda con volado que además tenía el gorro haciendo juego; esto me daba trabajo suficiente para el fin de semana. Compre la lana, una angora sintética color rojo (el color de la pasión y de la ira), y decidida a mantenerme ocupada sábado y domingo puse manos a la obra. Tuve tanta mala suerte que el sábado a la tarde me quede sin lana...pero ¿cómo?..si la revista decía 160 grs para la bufanda y el gorro y yo había comprado 150 grs...me debería haber alcanzado y sobrado para la bufanda y parte del gorro...¿Estaban mal las cantidades de la revista? Esto último parecía ser lo evidente. Había logrado tejer la bufanda base de 1,20m y parte del volado en mediodía y sin inconvenientes técnicos... no había hecho nada mal, seguí las instrucciones al pie de la letra. Estaba en problemas, todavia restaba un día y medio del fin de semana y yo sin lana! Habría que esperar al lunes y buscar otra cosa para hacer en el mientras tanto. El lunes a primera hora compré otros 100gr de lana. Aproveché mis solitarias noches semanales y seguí tejiendo sin descanso el maldito volado que parecía no tener fin...Y cuando sólo me faltaba una vuelta del volado para terminar ¡Otra vez me quedé sin lana! El tejido ya se había comido 250gr de lana y ni siquiera había empezado el gorro. Otra vez a la casa de lanas...otros 100gr de angora. El martes logré terminar mi obra ¡Había quedado lindísima! a pesar de que sólo la bufanda había llevado el doble de lana de lo que indicaba la revista para el kit completo y que me había comido un par de puntos en algún momento que debo de haber estado pensando en "M" y su plantón del jueves. El gorro al final no lo tejí; la lana que había sobrado no era suficiente y ya se me había pasado la bronca...dos puntos salteados me habían alcanzado para sublimarla, se ve que, en el fondo, tan enamorada no estaba.

Datos Técnicos: usé una ángora sintética y una aguja de crochet n° 4. El patrón lo saqué de la revista Para Ti Crochet n° 4 (año 2006) pag 4 y 5.